Sin sales aromáticas

Estaba tan cansada que decidió darse un baño. Cansada de esa especie de neumático que le había acompañado la última semana, desde que el avión se precipitó al Pacífico Sur.  Ni una señal de rescate inminente. Y esas seis aletas que anuncian tiburones  en el horizonte.  Así que dejo de luchar. Y decidió darse un último baño relajante. Lástima que no tuviese sales aromáticas. Ni tiempo para usarlas.

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